Navegar con propósito: jóvenes que transforman comunidades

Por Sandy Hernandez – Coordinadora de Programas Sociales FOF Perú.

Empoderar a adolescentes con propósito, formación y espacios de acción, les permites generar un impacto real en su comunidad y asumir un rol esencial en el desarrollo sostenible.

En comunidades donde el vínculo con el mar es profundo y la pesca representa el principal sustento de las familias, fortalecer la educación es también una forma de proteger sus recursos, al formar jóvenes con visión y compromiso comunitario. Sin embargo en comunidades como La Islilla persisten barreras que dificultan la continuidad educativa durante o después de la secundaria, lo que deja a muchos adolescentes con opciones limitadas y con un futuro ligado únicamente a la pesca. Apostar por una educación que desarrolle tanto sus capacidades académicas como socioemocionales abre nuevas horizontes más allá del mar y se alinea a las Directrices voluntarias de la FAO, que promueven fortalecer las capacidades locales para gestionar de forma sostenible los recursos pesqueros (FAO, 2015).

En ese marco nació Generación UMA, una iniciativa impulsada por Future of Fish que empezó en 2023 con el objetivo de preparar a estudiantes destacados de secundaria, que estudian en La Islilla, con conocimientos preuniversitarios y competencias de liderazgo. El nombre “UMA”, palabra quechua que significa “líder” fue elegido porque refleja la esencia del programa en formar referentes capaces de guiar e inspirar a otros jóvenes de su comunidad, demostrando que el compromiso, el liderazgo y el esfuerzo académico pueden transformar realidades.

La propuesta busca empoderarlos como agentes de cambio locales. Esta visión entiende que al empoderar a las nuevas generaciones con educación integral, habilidades socioemocionales y liderazgo comunitario, se generan transformaciones profundas y sostenibles en los territorios costeros. Desde sus inicios el programa ha priorizado una selección equitativa que asegure la participación de niñas y niños, reconociendo las brechas educativas que enfrentan especialmente las adolescentes debido a normas culturales. Por ello, trabajamos de manera intencionada para reducir esas desigualdades y promover una educación con las mismas oportunidades. 

Desde esta perspectiva, los jóvenes de UMA no solo aspiran a un futuro profesional, sino que también contribuyen a romper ciclos de pobreza, desigualdad de género y dependencia exclusiva del mar. Al brindarles nuevas oportunidades más allá de la pesca, se reduce la presión sobre los recursos marinos, ya que podrán dedicarse a otros trabajos u oficios a raíz de sus estudios contribuyendo al desarrollo de comunidades resilientes. Lo que comenzó como un proyecto piloto, hoy se ha consolidado como un programa reconocido por sus logros. 

Iniciando la travesía

En una comunidad como La Islilla, ubicada en la costa norte del Perú, no es común que los jóvenes se proyecten hacia estudios superiores después de la secundaria. Si bien se han logrado reducir los niveles de deserción escolar, este problema sigue presente.

Durante generaciones, los varones han seguido el camino de la pesca desde niños acompañando en las faenas a sus padres y familiares en el mar, mientras que muchas mujeres han crecido asumiendo responsabilidades desde muy pequeñas: cuidar a sus hermanos menores y ayudar en los quehaceres del hogar. No es casualidad que muchas de ellas terminan eligiendo caminos similares a los de sus madres, tías o abuelas, repitiendo patrones que han visto de cerca. En ambos casos no es porque no sueñen con algo distinto, sino porque desde niños y niñas han aprendido que ese es su rol, y romper con ello no es fácil. Estos estereotipos de género arraigados por generaciones hacen que en comunidades como La Islilla, el varón sea visto como el líder, principal sostén económico, y voz con mayor autoridad que la mujer. Educar con enfoque de equidad permite que más jóvenes, sin importar su género, imaginen y construyan futuros distintos, libres y justos. Soñar con una carrera profesional requiere esfuerzo, referentes, guía y confianza. Promover la educación en estas comunidades pesqueras es clave para que el desarrollo no dependa únicamente del aprovechamiento del mar, sino que avance hacia una gestión más consciente de sus recursos y UMA buscó precisamente eso: abrir nuevas posibilidades desde la educación y el liderazgo comunitario. 

El piloto inició con 14 estudiantes de 4to y 5to grado de educación secundaria con alto rendimiento académico, seleccionados mediante una convocatoria abierta en coordinación con la Municipalidad de C.P. La Islilla y las 3 escuelas locales. 

Durante diez semanas, cada fin de semana asistieron a clases dictadas por docentes preuniversitarios, y solo 10 culminaron el proceso. Las razones detrás de las deserciones estuvieron marcadas, en parte, al escaso involucramiento familiar en el proceso formativo, cuando los estudiantes encontraron dificultades académicas, algunas familias no ofrecieron a sus hijas e hijos un acompañamiento emocional para animarlos a continuar, solo optaron por aceptar la decisión de abandonar. Esta situación evidenció la necesidad de fortalecer el acompañamiento familiar. Por eso, se involucró activamente a las familias en talleres paralelos donde se abordaron temas como autoestima, gestión emocional y tolerancia a la frustración, reconociendo que soñar en grande también implica redes de apoyo sólidas, y lo demostró cuando los 10 estudiantes se quedaron hasta el final

Visibilizando el impacto: la intención al cambio sostenible 

Uno de los logros más significativos fue el proyecto final de cada estudiante; “Hermano(a) Mayor”, enfocado en liderazgo y trabajo comunitario, donde cada estudiante acompañó académicamente a un niño o niña de primaria con bajo rendimiento, brindándole reforzamiento escolar. Contar con referentes positivos en la comunidad es clave para el desarrollo de niñas, niños y adolescentes, pues fortalece su liderazgo y sentido de pertenencia al reconocerse como agentes de cambio (UNICEF, 2021). Esta experiencia  representó una forma concreta de retribuir y consolidar su vínculo con la comunidad, pues en los testimonios de los pequeños, madres y docentes de primaria valoran profundamente la contribución de los jóvenes.

El ingreso de estudiantes a diversas universidades e institutos marca un logro importante que abre puertas a nuevas oportunidades académicas y profesionales consolidándose como agentes de cambio en sus comunidades. Hoy cinco egresados del PRE-UMA están cursando sus carreras profesionales en universidades e institutos de la Región, tales como Arquitectura, Contabilidad, Administración, Ingeniería Pesquera y Cocina. Estos hitos son significativos  porque representan la superación de barreras sociales y económicas que limitan el acceso a la educación superior en comunidades costeras como La Islilla, especialmente para jóvenes en contextos vulnerables. Al romper estereotipos de género y acceder a diferentes áreas de estudio, tanto mujeres como hombres se consolidan como referentes de liderazgo que inspiran a sus comunidades y promueven el desarrollo social, demostrando que la educación es la clave para transformar realidades y fomentar el empoderamiento. Con base en estos logros, nos hemos trazado una nueva meta que refuerza nuestro compromiso con la equidad: lograr que para el año 2026, una de nuestras participantes mujeres acceda a una universidad con beca completa. Esto no solo sería un hito para la adolescente que lo logre, sino también un símbolo de que cuando a una niña se le brinda una oportunidad, puede cambiar su vida y la de su comunidad.

Un legado que inspira

Cada uno de estos acontecimientos significó una celebración para las familias y La Islilla, que ha vibrado con orgullo cada paso alcanzado. Sin embargo el proceso tuvo desafíos importantes. En este grupo de estudiantes entre 15 y 16 años, identificamos limitaciones educativas  previas que dificultaron su adaptación al nivel preuniversitaria, además de timidez para expresar sus emociones, familias sin rol activo en su aprendizaje, lo que afectaba su desarrollo integral y condujo  a los casos de deserción.

A partir del análisis de datos recolectados durante la ejecución de UMA, y considerando su etapa adolescente, diseñamos estrategias más focalizadas que dieron origen a PRE-UMA. Este nuevo programa acompaña a estudiantes de 1ero, 2do y 3ero desde una etapa más temprana, fortaleciendo así su trayectoria educativa y personal. Así, no solo evidencia el impacto en nuestra intervención, sino también el compromiso de una comunidad que cada vez confía más en sus jóvenes como agentes de cambio. Apostar por ellos es también proteger el entorno que los sostiene y promueve el desarrollo comunitario.

Desde esta mirada, también impulsamos “Ellas Resuelven: ChicaSTEM” 2025, una iniciativa pensada en fortalecer habilidades matemáticas y liderazgo académico de las adolescentes. Muchas veces estas dificultades no se deben a la falta de capacidad, sino a la baja confianza, el poco estímulo y los estereotipos que enfrentan desde pequeñas(UNESCO, 2017). Con este programa impulsar su potencial  y abrirles más cambio en áreas científicas y técnicas donde tradicionalmente han tenido menos oportunidades.

En Future of Fish, creemos que el desarrollo sostenible sólo es posible cuando nos enfocamos en las personas. Por eso, acompañamos a comunidades costeras como La Islilla, donde conservar el ecosistemas marino va de la mano con la construcción de oportunidades para los más jóvenes que hoy se forman con compromiso y visión del cambio. Invertir en la juventud transforma prácticas, protege la biodiversidad marina y fomenta comunidades resilientes.

Como organización, estamos comprometidos en seguir acompañando y fortaleciendo procesos que abran oportunidades y generen nuevos comienzos que transforman vidas. Creemos que apostar por la juventud es también apostar por la equidad, y que abrirle camino a una niña puede cambiar el destino de una familia entera y su comunidad.Ç

 

FAO. (2015). Directrices voluntarias para lograr la sostenibilidad de la pesca en pequeña escala en el contexto de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza. Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. https://www.fao.org/voluntary-guidelines-small-scale-fisheries/es

UNICEF. (2021). Aprender juntos: Estrategias para fomentar el desarrollo de habilidades socioemocionales desde la escuela y la comunidad. Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. https://www.unicef.org/lac/media/17136/file/Aprender-juntos.pdf

UNESCO. (2017). Cracking the code: Girls’ and women’s education in science, technology, engineering and mathematics (STEM). United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization.

https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000253479

Published Jul 24, 2025

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